
Siempre que regreso a mi ciudad pasa algo curioso: recuerdo a una sola persona, un compañero de la prepa, al que no he visto hace un par de años. Se supone que lo he olvidado, o, más bien, superado; pero siempre que estoy aqui me sorprendo pensando que quiero verlo, aunque sea una vez antes de irme, para sentirme tranquila y saber que todo está bien en el mundo. Claro que nunca sucede, y no sé por qué: realmente vivimos muy cerca uno del otro.
Precisamente eso estaba pensando mientras entraba al messenger. Precisamente en ese momento él también entró. Después de una conversación simple de 15 minutos aproximadamente, creo que no necesito verlo después de todo. Todo sigue bien el mundo.
a) Tengo problemas muy graves, lo sé. b) Perdón por la imagen tan emo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario