Si piensas que Papantla es un pueblito bicicletero de Veracruz, la verdad es que no estás muy equivocado. Contrario a Monterrey, en esta ciudad habitan unas 17o mil personas, distribuidas en no sé cuantas comunidades y rancherías (sí, rancherías, aún existen en el territorio mexicano) y en la cabecera municipal del mismo nombre, que es en donde yo habito.
¿Qué hay de bueno en Papantla?
La verdad es que, y no exagero, muchas cosas. Lo primero que quizás todo el mundo ha escuchado y visto y bromeado con ello, son los Voladores. Si eres una de esas personas que cree que vuelan, lo siento, no somos Superman. La verdad es que, si quieres verlo como un deporte extremo, puedes calificarlo como una especie de bungee, solo que en vez de liga es una cuerda, y en vez de rebotar, van dando vueltas. Nada de extremo. Lo realmente interesante de esta danza, es el tipito que se queda hasta arriba en el palo volador (ok, no quería decirlo pero no hay de otra), porque estará dando vueltas en un área mínima, parado en un solo pie, tocando la flauta. No mires a los de abajo que van disfrutando la brisa sujetados por una cuerda/mecate/algo, y que llegaran al suelo eventualmente: mira al de arriba guardando el equilibrio cuando nadie le pone atención.
La segunda cosa que sólo encontrarás aquí: la original vainilla. Si compras una botellita mamona de esencia de vainilla, lo más probable es que sea de Papantla, o de Gutierrez Zamora, o de Tecolutla. Al fin y al cabo, las tres son lo mismo. Cuando salía de la primaria y me iba caminando a mi casa, había un lugar en el que ponían a secar las vainas de vainilla para luego venderlas. A medio día, el lugar era una fiesta de perfumes. Era la mejor hora del día (sí, aparte de que salía de la escuela).
La tercera cosa que tiene Papantla: el Tajín. Sé que su nombre evoca a muchas cosas, no todas buenas, pero es impresionante checar todas las cosas que unos señores hace quien sabe cuantos cientos o miles de años hicieron sin ayuda de nadie (o de extraterrestres, si crees en todas las teorías de conspiración). 365 nichos en una pirámide... juzga tú mismo.
¿Eres de los que buscan playa, bikinis y chelas? Tecolutla es tu opción. O Costa Esmeralda. Desde que vas en el coche atravesando pueblitos realmente bicicleteros, puedes ver el mar a lo lejos, totalmente azul, casi confundirse con el cielo. Y sí pasas por Casitas, puedes parar a La Cabañita y comer deliciosos mariscos recién sacados del río. Nada mejor que eso. (Creo que deberían pagarme por el comercial, y darme mi ración de camarones gratis por el resto de mi vida).
¿Y en la ciudad, qué?
Bueno, la verdad es que carecemos de cosas. No hay teatro, aunque alguna vez hubo. No hay cine (no sé cómo hemos sobrevivido... ah, sí, yendo a cualquiera de los cines de Poza Rica), aunque alguna vez hubo más de uno. No hay mucho, la verdad. Lo único que podemos hacer es dar vueltas por el parque viendo gente una y otra vez hasta el cansancio, lo cual no es divertido. Pero si eliges esa opción, te recomiendo que des vueltas comiendo papas fritas recién hechas, o esperes a algunos de los señores que venden algodón de azúcar, o compres una horchata o campechana de als que venden a un lado de la farmacia médico, en la calle, no en el negocio. No te imaginas de lo que te has perdido hasta que lo pruebes.
Ah, y si tienes hambre, está bien que vayas al restaurant Sorrento o a Plaza Pardo a comer, pero no encontrarás nada más rico y barato que los tacos del mercado. Subiendo las escaleras, encontrarás una feria de olores y sabores, en donde distintos negocios te ofrecen tacos de diferentes tipos. ¿Trompo? Eso no existe, esos son Al pastor. ¿El costo? No quiero mentir, no estoy segura. Hasta donde recuerdo, son como tres pesos por taquito, con salsa de la que quieras, picada o molida, más su dotación de cebolla y perejil picado, si quieres. Más una coca de unos siete pesos, o un agua fresca de las que venden ahí, que no recuerdo cuanto cuesta, tu comida completa no pasará de unos 30 pesos. No es mentira. ¿La calidad? De buena fuente (un amigo chilango melindroso los probó y dice que sólo quiere volver para comer tacos...), sé que no hay ningunos mejores.
¿Te convencí?
Lo último que diré es la comida típica de la región (y no, no son tacos). Según wikipedia, puedes probar
- Mole con carne de cerdo, gallina o guajolote.
- Tamales de fríjol y acoyotl.
- Tamal envuelto en hoja de plátano con carne de cerdo.
- Bollitos de anís y pintos.
- Totopos de maíz con sal o azúcar.
- Enchiladas de varios tipos.
- Zacahuil.
- Bocoles rellenos.
- Dulces de calabaza.
- Atole de diversos sabores, fríos o calientes
Ahora, el sacahuil y los bocoles son algo totalmente fuera de este mundo.
El sacahuil es una especie de guisado hecho con carne de cerdo y nixtamal, cocido en horno de piedra toda la noche, envuelto en hojas de plátano, que según algunos, es una maravilla para el paladar.
En opinión directa de un conocedor:
"Es muy bueno una vez sobrepasas la imagen medio desagradable que tiene. El sacahuil sabe a sacahuil: no hay un sabor que lo describa".
Los bocolitos, cocidos en el comal, son la gloria en la tierra. Rellenos de jamón, salsa y/queso, resumen lo mejor de los antojitos engordadores deliciosos de la ciudad.
Y una tercera comida tipiquísima de la región son los molotes, unas cositas de masa rellenas de picadillo de cerdo, cocidas en aceite y acompañadas de frijol y col, y la nunca faltante salsa, son la cena perfecta para terminar un día por la ciudad. No los busques en restaurantes: los mejores siempre están en los lugares más atípicos, bajo el techo de la noche.
Ahora, si nada de esto te complace, puedes seguir buscando ciudades fashion para gastar todo el dinero que tienes.
jajajajjaa muy informativo! Si no llegas a graduarte puedes ser guía de turistas en Papantla. De lo que ignoraba mucho era de la gastronomía, lo demás sabía la mayoría.
ResponderBorrarla última frase estuvo muuuuuy ardida jajja
ahhh soy fdo by the way namás q me dio flojera poner mi id y password
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