Volví. El retiro no duró tanto como planeé, pero me alegro de que así sea.
Decidí (de nuevo), algunas cosas. 1) Escribo para mí misma. Que alguien llegué a este blog es una linda consecuencia de la era de las comunicaciones, pero si nadie lo hace yo me sentiré feliz cuando en unos años, o meses, relea lo que mi cerebro y/o corazón pensaban/sentían en ese particular momento de mi vida. 2) Mi bipolaridad es un hecho, pero eso no indica que deba quedarme atorada siempre en el lado depresivo. El lado maníaco también es lo suficientemente agradable como para que salga a dar la vuelta por estos lares de vez en cuando. (Just for you to know: mi lado depresivo emo agresivo suicida ha recibido el nombre de Harriet por parte de mi hermano, así que, bueno, Harriet says hi! No me siento particularmente orgullosa de que me tachen de loca bipolar emo suicida con trastorno de doble personalidad, pero que puedo decir, le puedo sacar provecho y volverme un poquito más interesante de lo que todos suponen que soy). 3)La vida es demasiado corta como para esperar para siempre una respuesta que no llegará (salta a la siguiente mitad del post para mayores referencias). 4) No hay nada como el hogar, la comida caliente de mamá, los paseos por la ciudad y los golpes de un hermano menor como para reencontrar la felicidad que parecía perdida, pero que sólo se esconde donde uno no busca. 5) Soy feliz. A pesar de todo y todos, mi vida es maravillosa, y aunque a veces me quejo, no podría pedir nada mejor de lo que tengo. Tengo 21 años por 2 meses y medio más, la vida me sonríe, el sol sigue saliendo por las mañanas y la luna por las noches. No es momento de deprimirse por ningún motivo, no importa que tan fuerte éste sea.
Puedes dejar de leer aquí si mi historia de amor te parece ridicula o no te importa o es demasiado frívola para ti. A mi me gustaría recordarla en un par de meses o años y saber que crecí aunque sea un poquito a partir de esto, por lo que procedo a escribirla.
Cuando me gusta alguien (perdón, pero no puedo decir que me enamoro por alguna razón que no comprendo) me vuelvo loca. Pienso demasiado las cosas, me deprimo, me apasiono, trato de ver todos los ángulos y finalmente me vuelvo indescifrable y un inevitable impulso por decirle al dueño de mis afectos que me trae de cabeza se apodera de mi. Lo cual no debería pero se ha vuelto un error muy común en mi vida. Tengo la política de que es mejor decir las cosas que morir con ellas encerradas en el corazón, pero creo que no todos piensan igual que yo. COmo quiera, esta vez también lo hice. Le dije a la persona que se apareció en mis sueños 5 veces eso, que seguía apareciéndose y que no eran pesadillas (casi con esas palabras). Ha pasado casi un mes desde que lo dije (lo escribí, lo envié... no quiero ahondar en detalles), y lo único que obtuve por respuesta fue, bueno, el silencio... lo cual es un NO bastante obvio en lo que a mi respecta. No profundizaré más ni insistiré, pues creo que ya bastante mal rato le ocasioné a esta persona como para seguir chin... por algo a lo que claramente él ha puesto punto final.
Me deprimí, no lo voy a negar. Pasé un fin de semana llorando como niña por este nuevo rechazo, y después, me di cuenta de que hice algo de lo que me siento orgullosa, que dije lo que sentía, seguí mif ilosofía y, aunque fallé, mi corazón se siente más liviano desde que lo hice. Soy feliz: mi corazón tiene un hoyo ocasionado por esta amistad perdida, la cual atesoraba, pero se siente fuerte para seguir adelante. Piensa en él y brinca, y aún no se da por vencido y mantiene esperanzas, pero por otro lado siente que él no le va a corresponder. Y sin embargo, como alguna vez dijo Galileo, se mueve. Rie, llora, mira al cielo y ve la lluvia, y siente que ha crecido.
No puedo decir el nombre de esa persona (no quiero causarle más problemas, ni penas ni vergüenzas ni nada de eso, creo que ya suficiente vergüenza sintió por mi triste intento de confesión), pero si quiero decir que, por si alguna vez se le ocurre teclear mi nombre y entrar a ver este post,
soy muy feliz de haberte conocido, me siento muy honrada de que me hayas concedido el placer de tu compañía y tu amistad aunque fuera por un rato, y los iento si te molesté al cometer mi locura, pero necesitaba decirte la verdad. Me has hecho crecer como ser humano en una forma en la que nunca creí posible hacerlo, y por eso te agradeceré toda mi vida. Sé que lo arruiné, sé que nada volverá a ser lo que era, pero espero que la vida te de todo lo que has deseado. He vuelto. No sé por cuanto tiempo, pero seguiré molestando por aquí, y volveré a lo básico, a lo que sé hacer mejor: contar historias falsas que suenan un poquito verdaderas.
Un beso y mis mejores deseos.